La palabra
"Los años pasarán
y todo se convertirá en literatura"
Felipe Benitez Reyes
Tú, filóloga clandestina de todas las literaturas,
con masters en autoayuda,
en poesia salvaje
en técnicas orientales de placer y de equilibrio.
Tú, tan zen y tan hermosa
tan de lujo y tan herida
tan diosa griega y tan espuria,
tan llena de música rozando tu escote,
mientras sonaba Lois Armstrong
sonaba Nat King Kol,
Ami Withouse,
con la voz hecha de truenos
para encender la vida.
Tu, que a veces fuiste obrera
y a veces prostituta,
que fuiste causa y testigo de tantas locuras,
que solo inclinaste la cabeza para desabrochar heridas,
y fuiste gloria y resurrección de los pecados más mortales,
y siempre distes la mano,
para poder tatuarlo de aire
para estirar
hasta romper los nudos,
para estirar hasta la última gota,
hasta el último aliento,
para estirar desde lo más cierto,
desde lo más profundo de uno mismo,
y dar una vuelta
y otra vuelta y otra vuelta
hasta convertir la palabra en
abismo,
en mercado persa,
en llave última,
en frágil espejismo,
en agujero negro
en luz infinita
que se enciende y se apaga
que se enciende y se apaga
que se apaga y se encienda
hasta llevar la palabra a la cima.
Tú,
suave fiera mordiendo
cada infinito de mi
con mis manos como un bosque
con mis manos como lobas
enredadas las lenguas
en la fotosíntesis de tu pecho
mientras me cabalgas desnuda
hasta ver brillar las estrellas de belleza
a veces inmunda
a veces etérea
a veces perfecta.
Tú ,
siempre apuntando hacia dentro.
siempre cayendo como fruta madura
siempre cayendo,
í donde todo sangra,
donde todo vive
donde todo sigue,
como un corazón latiendo.
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