Me besaba la suavidad del polen,
el ritmo incansable
arriba y abajo arriba y abajo
de las tetas de Tere.
Se escuchaban círculos polares
debajo de las piedras,
antorchas en las manos
para arder ,
como si todo fuera a explotar,
como si la juventud me susurrara
en cien idiomas distintos,
con la punta de la lengua tu cuerpo,
la melena de Thor,
el abismo insalvable,
las rodillas rojas de tanto buscar
laberintos y sueños,
y la nieve que cubría las palabras,
pura y leve como el amor,
y los besos que llevaban al centro de la Tierra.
Ahora te faltan los piratas de sus trenzas,
que nunca se moriría nadie
y mucho menos los buenos,
y un corazón a cien mil Km por hora
por rozarte
y las sábanas al viento
que eran las banderas,
del todo o nada
del último salto
del se puede o no se puede,
todavía amor todavía grande
todavía siempre
las calles como una forma de querer
y de buscarte.
Y que volvamos a ser mutantes,
y la vida de adamantium,
y un tratado salvaje
y una fénix hermosa
y tus ojos rojos
de Scott enamorado
y una pelirroja
como una espesa melena
sobre la almohada.
"Que la vida iba en serio
uno lo empieza a descubrir más tarde".
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